La paz a ratitos es una historia. Porque cuando no hay paz, qué hay? guerra?. No sirven las excepciones, esas que utilizamos para…no me lo puedo creer!!!, otra vez he perdido el centro!!! Un puntito de luz que se apaga de un soplido cuando alguien critica lo que hago o cómo lo hago. Una lucecita que deja de brillar al sentir que alguien no comparte lo mismo que yo, que no piensa como yo, que es diferente que yo…. Loca de mí.

Cuando siento la rabieta, esa reacción inesperada, cuando creo que nadie me escucha, ninguneada me siento, atacada, enjuiciada… Siempre!. Por mucha razón que yo me creo que tengo. Siempre!. Por muchas justificaciones que busque. Siempre!. Por muchas cosas que hayan pasado. Siempre!.

Yo soy la única responsable de lo que siento.

Y no importa el nivel espiritual. Ni cuántos talleres ni a cuántas charlas de crecimiento haya asistido. La verdad está en mí cuando, con toda mi humildad, reconozco lo que me roba la energía y me hace llorar y enjuiciar y criticar …Cómo es posible? Si yo elijo paz…!

Elijo Paz…Vuelvo. Con humildad vuelvo y me acurruco en un sitio reservado en mi lloroso corazón para reponerme del susto. Y del dolor. Y me acuno, sola, despacito mientras dejo que «el monstruo» se aleje. La pesadilla pasó y solo queda el temblor del miedo…La consciencia y El Amor me abrazan, como una madre atenta y amorosa…

Con humildad (sí, repito humildad…) me recojo en mi y me siento agradecida porque me he dado cuenta a tiempo de que no pasa nada ahí afuera, ha sido un sueño, y cada uno sueña el suyo propio, juega su dado, vive su experiencia y entre vida y vida nos comen alguna ficha. Pero no es nada personal. Es el juego… El de la Vida…

«Quién elige la lógica?¿Quién elige la razón?
Solo en las misteriosas ecuaciones del Amor existe alguna lógica…»

De la película «Una mente maravillosa»

VIVELAVIDAMARTA

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