Mostrarnos tal y como somos, sin ninguna coraza, sin ninguna protección, es un acto de amor y de valentía hacia la Vida. Es la autenticidad del Alma.
La guerra y el ataque que vivimos a diario siempre se produce en la mente. En la nuestra también, nada de culpar a quien tengo enfrente. Y todo lo que nos da tanto miedo forma parte de esa coraza que arrastramos por esta experiencia vital, cargados de incertidumbre, inquietud…ciegos y palpando la oscuridad con las manos. La oscuridad que no existe…
Quítate el casco protector, lanza tu escudo muy lejos, rompe tu lanza, arranca la protección de tu pecho y respira…. Libre. Siente la sonrisa y la risa que aparece en tu cara. Despeina tu melena al viento, al sol, estírate, extiende tus manos, tus dedos y abrázate, llora, ríe y siente. Sin miedo!
La Vida es esto, sentir. Y cuando quieras llorar, llora. Libre y ligero camina. No pasa nada. Nunca pasa nada.
Nada que no sea la Vida pasa…