Este pedazo de mi…para Silvia.
Esta que soy, este personaje que veis, que no es gratuito, que no aparece de la nada, no… Es el producto de todo lo que llevo vivido y aunque es muy fácil mirarme y hacerse una imagen de mi, tú no tienes idea de todo lo que yo he experimentado para llegar hasta aquí.
He trascendido a mi familia, ese núcleo amoroso que abraza y daña. Seguí el primer camino que encontré porque era lo correcto y lo que tocaba en ese momento…. Tuve que estudiar, trabajar, convertirme en alguien digno a los ojos de los demás. Caminé a ciegas siguiendo todos los pasos para ser aceptada y pasaron los años y amé y me desamaron, corrí y me caí mil veces, y otras tantas me perdí… El camino hizo su parte de desgaste y desilusión. Inevitable. Y lo más grande es que durante todo ese tiempo estaba convencida que hacía lo correcto y que andaba recto, porque no veía nada más delante de mis ojos, porque solamente miraba el camino que se me desplegaba, la vida me empujaba. Yo no elegía, yo optaba por lo que había…
Hoy reconozco en cada hoyuelo de mi cuerpo una experiencia y un aprendizaje. Los años han pasado y todavía siento la vida pasar a través de mi, más que nunca, AHORA. Y reconozco que no ha sido tarea fácil llegar. Hasta mí, llegar… Tal vez fue el miedo. O la ignorancia. Osadía a lo mejor. Me invade un NO SÉ muy grande y es que no pretendo enjuiciar el camino recorrido aunque sí valorar en lo que me he convertido.
Complicado esto oiga….
El despertar de la conciencia no es sencillo. Es un compromiso de por vida. Y a tiempo completo. Descubrirme en cada aliento y aprender de cada lágrima. Sentir el dolor hasta el alma!, hasta que ésta se deshace… Caer al suelo tras cada rechazo y hundirme en la tristeza después de cada abandono…. Y salir: SÍ A LA VIDA! No. Trabajarse el alma no es tarea fácil… Mucho más intenso que una sesión de spinning. Mucho más comprometido que la dieta de la semana. Mucho más profundo sí… Mucha voluntad, toda mi voluntad al servicio de lo que soy de verdad!!!. Mucha fuerza en el corazón para rendirme, humildemente, ante algo más grande que yo. Más poderoso. Verdadero y real. La fuerza del Ser. Mi esencia. Y la tuya…
Y he tenido que llegar hasta aquí tras la carrera y en la madurez de mi cuerpo liberar mi mente para reconocer mi Luz, esa que ilumina cada día, cada tarde de domingo, cada pequeña desilusión, cada instante de soledad, todo esto que nos pasa, y es que, como siempre digo, la vida nos ocurre…
Qué difícil es ser yo…
Paso a paso. No decaigo. Me desperté! La pasta de dientes se escapó del tubo….imposible volver a meterla dentro…. Despierta aunque a veces confundida. Despierta aunque a veces aterrada. A veces perdida en mis sueños. Pero despierta.
Qué dificil es ser yo.
Imágen: Miriam León (y su Alma)