No acabo de coger el punto…. no. Lo que te duele me duele. Tu problema me importa.
Tu dolor también es una parte de mi. Eso que te daña, que te controla, eso que manipula tu vida y te sumerge en un estado de agobio e intranquilidad.
Aunque mucho me duele, no me duele tanto como a ti, ya lo sé. Y también sé que eso no es mío. Es tuyo, tu proceso, tu responsabilidad, tu experiencia, tu…yo qué sé…
Tú. Con todo lo tuyo.
Que ya lo sé!
Y entonces, qué hago con lo que se me mueve cuando te veo pasarlo mal?
Respiro#siento#nosé#estonoesmio#tuprocesoestuyo#observo#estotambienpasará#confíoenlavida#
Pero me duele
Y vuelve a mí eso del amor que hace sufrir. Arriba el desapego!!!
Y el egoísmo!!!
Y el «a mi que me importa»!!!
Qué te puedo dar cuando mi boca está amordazada de tanto amor? Qué puedo hacer por ti cuando sé que no puedo hacer nada? Qué te puedo dar que no me sufras….
Y esta es una rabiosa historia de amor incondicional en la cual una no sabe lo que pinta, solo sabe lo que invirtió en ella, tiempo, dedicación, ternura, lágrimas y mucha risa. Muchos colores, mucha alegría… Una obra de arte que ahora, con el paso del tiempo y las inclemencias de esto que nos montamos y llamamos forma de vida se deteriora y pierde su brillo y su colorido, llamativo y verdadero.
Y se vuelve un tanto gris y triste y falto de luz. Una renuncia al fin, en nombre del amor.
Mi obra fue lanzada al Universo con los bolsillo cargados de confianza y de fuerza y de mensajes de valentía y arrojo. Extiende tus alas, cierra los ojos y vuela…
Ahora la observo, algo preocupada, inevitablemente pre-ocupada, aunque claro, esto ya no es mio.
Si permitirme ser significa convertirme en el Ser más egoísta del mundo, hoy abogo por SER!
Egoísta!
Amoroso egoísmo que me abraza en total autenticidad y permisión y no-renuncia ni a una sola molécula de vida que habita mi cuerpo. Y mi Alma….
Un poco agobiadilla me siento.
De tanto amor.
(este pedazo de alma me ha quedado bonito…pero lo siento…diría un taco: joder!!!)