Cuando me miro al espejo…
Tras todos los giros que llevo en el cuerpo, después de todo lo pasado, vivido, disfrutado y sufrido… Llorado y amado. Perdido y hallado. Después de haber llegado hasta este sitio. Carrera arriba y otra cuesta abajo. Toda la vida llegando a algún sitio, al menos creyendo eso… que llegaba.
Cuando era niña quería ser mayor, y cuando era mayor quería ir más deprisa, tanto que la vida no me dejaba. Siempre a la búsqueda, siempre «tengo que»…siempre «llego tarde», yendo y viniendo, viviendo, sin parar viviendo. Hasta aquí llegué.
Me miro en el espejo y descubro una ruina. «Esa no soy yo», me digo. Llena de arañazos, desvencijada, jirón de mí… Pero aún sigo en mi sitio, en donde el cielo dispuso que debía estar. Y aunque mi fachada, eso digo, desvencijada anda, este es el momento más hermoso de mi vida y ya no corro ni tengo prisa, no hay lugar adonde yo quiera llegar ni tiempo que tema perder. Ahora…
Estoy aquí,
Donde yo siempre estuve,
Donde apenas hay sitio para mantenerse erguido.
La soledad es un farol certeramente apedreado:
Sobre ella me apoyo.
La esperanza es el quicio de una puerta
De la casa que fue desarraigada
De sus cimientos por los huracanes:
Quicio-resquicio por donde entro y salgo
Cuando paso del nunca (me quisiste) al todavía (te odio),
Del tampoco (me escuchas) al también (yo me callo),
Del todo (me hace daño) al nada (me lastima). -Angel González-
Entra si quieres! Te invito! Pasa! … empuja la puerta y verás: un lugar en calma, cálido y acogedor, donde todo cabe y nada sobra, música que acoge, brazos que acarician, boca que besa, Amor que embarga…
Ahora miro la vida desde adentro y no por fuera. Y en mi interior descubro Belleza.
Cosas de la edad… Cómo mola hacerse mayor!
Desde mi ventana: El calor de la Vida. Luz y Amor.
Mejor, desde dentro…mucho mejor.
Fotografía: Miriam León. (Con Amor y Pasión)