En medio del frío y del invierno observo lo que fluye, desde dentro, en mi. Hago alarde de mi profunda humanidad y divago mentalmente acerca de lo que siento y de cómo lo siento. En medio del sueño de la mañana y de la lluvia que moja mis pies camino y me pregunto hacia adonde. Más allá de adonde voy, más allá de mis obligaciones, más allá de mis pensamientos… Y no tengo ni idea ni falta que me hace. Los pasos se colocan solos, uno detrás de otro, al camino no presto atención, no quiero poner nombre a este día ni queja ni lamento, quiero que se despliegue sin expectativas ni planes, ni organización ni nada que lo condicione. Hoy seré una muñeco entregado al automatismo de una semana más, me rendiré al tiempo del reloj, mis pasos no irán a ninguna parte y mi respiración si acaso sucederá. Hoy dejaré que todo lo que no ocupa mi mente, automáticamente, no exista.
Hoy solamente me alimentaré de los actos que me llenan de alegría, esos que me arrancan una sonrisa en el corazón. Esas cosas que pasan y de largo pasan y son las que amo de verdad. Esos detalles que hacen de los minutos, instantes «para siempre».
Hoy será hoy. Único e irremplazable hoy.
Y si el oxígeno no entra en los pulmones y la nariz se congestiona y la bola negra y pesada del estómago se hace dura de llevar y me dice que no quiero, que no puedo, que esto no debería ser así.
La noche en blanco negra….muy negra. El día oscuro brilla…
Si hay cansancio. Aburrimiento. El cuerpo pesa, los ojos no ven, la boca no besa, el alma, perdida anda el alma…
…
Alguien me dice: _¿Qué hay que hacer cuando te sientes mal? Nada de teoría eh? Rapidito que no tengo todo el día. Dame el pastillazo que me ponga en marcha. Que se me pase esto que me pasa… esto que no puedo sostener…_
Nada que hacer. Solamente observar. Únicamente sentir. Simplemente llorar.
Pase lo que pase….déjalo. Que pase.
Confía. Esto también pasará.
Me doy cuenta de lo que pasa afuera y me ayuda a agradecer lo que siento dentro. La alta tecnología instalada en mi Alma me capacita para continuar. Y amar.
Mira!
La Vida sigue. Y yo con ella.