La familia y su misterio… cada miembro que la compone lo es: misterioso, único, tal como es, perfecto en lo que creemos imperfecto…
Y es que la perfección responde a unos cánones concretos y “perfectamente” definidos, aunque altamente subjetivos, o manipulados, pactados de antemano. Tanta perfección a veces pierde parte de su belleza. En uno de mis atrevimientos elegiría armonía, autenticidad, naturalidad frente a lo que se considera perfecto. Sí a la bella imperfección!!!
Los miembros de una familia no pueden ser perfectos porque son todos diferentes, y me pregunto cuál de ellos es el que de verdad responde al ortopédico concepto de perfecto: el más guapo, el más fuerte, el más dulce, el más trabajador, el más simpático, el más condescendiente, el más callado, el más#dicharachero#vago#complaciente#debil#amable#pelotillero#estudioso#compañero#amigo#ayudador#pequeño#mimoso#cariñoso#abrazoso#perezoso… Todos y cada uno somos perfectos y ocupamos el perfecto lugar que nos corresponde en un sistema sin elección, único y que nos aporta nuestra identidad, para siempre: la familia.
Colocan nuestra cuna en un nido, libremente elegido por este Caprichoso#Perfecto#SiempreAmigoUniverso y la suerte está echada.
Padres y hermanos representan seguridad, supervivencia, confianza, amor… Cubren la necesidad afectiva cuando llegamos a este mundo, son guía y soporte de crecimiento y desarrollo físico y emocional, y junto con amigos y colegio conforman las pautas vitales necesarias para salir al mundo. Y si el orden familiar está equilibrado, creceremos emocionalmente sanos, cosa que no ocurre en núcleos no cohesionados.
Y va resultar complicado sentirnos integrados en el mundo si no hemos sido escuchados y atendidos… Cómo amarnos a nosotros mismos si no hemos experimentado el cariño y afecto como lenguaje elemental en nuestra infancia, sino hemos sido abrazados, acariciados….
Todo un regalo recibir la Vida, y el Amor, todo nos es dado por nuestros padres, hasta sus heridas, sus carencias y miedos nos entregan en amorosa protección y cuidados. Ese, su equipaje de mano, de Alma diría yo, antes o después lo habremos de mirar, perdonar y amar porque no habrá cambios posibles en nuestras vidas, no habrá crecimiento sin reconciliación con aquellos que fueron antes que nosotros.
Y a qué viene esta reflexión? Cierta flojera en mi corazón… Bendita flojera! Es la sangre que tira, es el Amor que se impone… Todo lo acontecido pasó y no pudo ser de otra manera.
Hay una película que me emociona una y mil veces. Y siempre aprendo algo cuando vuelvo a verla, «El Príncipe de las Mareas»… Una frase quedó grabada en mí para siempre. Dice así:
“He aprendido que necesito amar a mis padres con todos sus defectos y destructiva humanidad. Y que en las familias no hay crímenes imperdonables. Es el misterio de la Vida lo que ahora me nutre…”
Honro a mi familia, dejo que fluya el verdadero Amor….