Veo lo que ocurre a mi alrededor, en esta sociedad, en las relaciones, en la familia, o en el trabajo, lo veo y lo dejo pasar, es lo que hay (me digo).
Llevamos impregnados en la piel falsos conceptos, ideas erróneas, patrones equivocados que marcan la manera de vivir o sufrir ! Y lo hemos visto pasar por nuestro lado, muchas veces. Es lo que hay (me digo)…
Soy responsable de lo que traigo a mi realidad. Hoy. Y cuando algo me duele, de verdad… Ya no es lo que hay: es lo mío.
Paso a paso, poco a poco, las transformaciones no se compran, los cambios no se producen con un click en la pantalla, o un golpe de ratón. Si queremos algo, tenemos que hacer algo… Desear, dar la orden, poner en marcha. Ser conscientes de lo que se trata. Y no se trata de una frivolidad o un capricho: se trata de tomar las riendas.
No consiste en cambiar lo que piensa el resto, sino de vivir y trabajar en aquello que por coherencia creo y siento en mi. Esto es una verdad muy grande, porque ya no nos caben más tópicos ni limitaciones ni más frases hechas:
Aceptación no es inacción. Hay lo que soy. Hay lo que hago. Hay lo que no quiero y por eso elijo otra cosa!
Esto es lo que hay!
Así que ya toca mirar «pa dentro». Muy adentro!!!
Y descubrir todo lo grande que soy y cuánto Amor cabe en este corazón.